EL GALLINERO YA NO CANTA

 ENVOLVENCIAS

Esta olla de grillos en que se ha convertido la proliferación de vacunas que supuestamente nos librarán del Covid.19 se me parece cada vez más a los alimentos: hay quien se come una barra completa en menos de 5 minutos y los hay que si sólo prueban un cuadrito de chocolate deben ser trasladados de inmediato a Urgencias. La razón es sencilla, aunque no parece ser entendida por los dirigentes de Sanidad: a unos les va bien con Parasetamol, a otros con Ibuprofeno, y a otros con ninguna de las dos medicinas, pues sencillamente son alérgicos a ellas, como pueden ser y son alérgicas a las vacunas muchas personas por distintas causas, entre ellas, que estén tomando otros medicamentos no compatibles con esas vacunas, que padezcan de alguna enfermedad ídem de culpa, etc. Me pregunto qué pasará si a uno de estos alérgicos lo pinchan con una de las 14 vacunas proclamadas cada una como la mejor... ¿Habrá que esperar para repetir aquel refrán cubano que decía "detrás del muerto la gritería"?

+

Ya hay (conozo a varios) que están buscando un nuevo nombre para nuestro bello país. Hace tiempo propuse que se (re)nombrara el que mas apropiado me  parecía en aquel entonces: IMPUNILANDIA. Pero nada, no soy famoso ni salgo en la TV ni tengo una cuenta bancaria de varios dígitos, así que le hicieron el mismo caso que le harían a Jacinto el Memo, ese que se para en medio de la Puerta del Sol a pregonaar un nuevo fin del mundo porque los humanos nos lo merecemos. O sea, ningún caso. Ahora pienso que además de IMPUNILANDIA hay otros nombres que se prestarían a cambiar el nombre del país, sobre todo después de enterarme, como González, -por la prensa- de que hay una genio en el gobierno que ha lanzado la idea de eliminar el idioma del país, y por favor, no se rían, que esto es más serio de lo que parece. Por menos que esto comenzaron las 2 guerras mundiales y ya saben los resultados que tuvieron esas "pequeñas" diferencias entre los mandamases que las provocaron. A ver (y ojalá que no) si aquí sucede lo mismo...

++

Y sigo con estas envolvencias que a nada bueno me llevan, pues en mis encuestas siempre sucede lo mismo: el 89.5% de los encuestados de todas las edades y situaciones socioecnómicas, son más felices sin Internet. Ahora lo difícil, para mí casi imposible, es salir de Internet, ya con la estúpida experiencia del Brexit como ejemplo de lo que puede sucederme, tengo más que suficiente. Así que estoy buscando al truco para no tener que enfermarme de los nervios como mi amigo Paco (ingresado en una clínica psiquiátrica con carácter permanente) que como he informado anteriormente, se volvió loco intentando darse de baja, hablando con máquinas con las que no pudo entenderse y tiró su móvil por la ventana saliendo a la calle dando gritos y... etc. Bueno, tan pronto encuentre la fórmula mágica para darme de baja con la empresa, adiós Lolita de mi vida y ¡viva la felicidad!

Augusto Lázaro