lunes, 24 de junio de 2019

¿EXISTE LA JUSTICIA?

¿LA JUSTICIA ES JUSTA?

De adolescente comencé a leer las novelas de Agatha Christie. Varias me llamaron la atención en el sentido de que la autora había escrito algunas fórmulas que no podrían repetirse por ningún otro escritor, como El asesinato de Roger Ackroyd (donde el culpable es el propio narrador), Testigo de cargo (única trama que he leído cuyo desenlace se da solamente en la última palabra del texto), Crimen en el Expreso Oriente (donde todos son los asesinos, o mejor llamados, los justicieros de alguien que debía morir)... pero sobre todo una me impactó hasta el límite de ser una de las pocas novelas del género que he leído más de 10 veces: Los diez negritos. Me llamó la atención el punto principal de la obra: cómo una sola persona se decidía a hacer justicia por su mano ante crímenes o situaciones delictivas graves no castigadas -como debió haber sido- por la justicia. Así el juez planeó el asesinato de otras nueve personas y su propia muerte, sustentando con ello la idea de que cuando la justicia no funciona es necesario tomársela por propias manos.

Ya de adulto (y bastante adulto) vi una película norteamericana que planteaba un caso singular: un grupo de personas, aparentemente enamoradas de la justicia, se agrupaban y formaban una especie de "banda" que se encargaría de hacer lo que los encargados de aplicar la ley no habían hecho, o sea: ejcutar a asesinos escapados, por diversos motivos, de la acción de la justicia. En algunos casos siendo los magistrados o los jurados los "culpables" de que tal asesino saliera en libertad, en otros, el azar, la casulidad, o el poder de abogados defensores de tales criminales que obtenían la libertad de éstos, a pesar de que a todas luces estaba demostrada su culpabilidad. La película no era una obra maestra, pero valía la pena verla para analizar hasta qué punto tenían o no razón quienes se otorgaban el poder y la facultad de hacer justicia por su propia mano.

Paralelamente a esta situación abundan los casos contrarios, o sea: inocentes encarcelados a los que el peso de la (in)justicia ha caído sin piedad y a quienes ha condenado a ver su vida hundida para siempre en el infierno. En España hay un caso ejemplarizante (sólo cito uno de muchos): el señor Rafael Ricardi, acusado de dos violaciones que al final se demostró que no había cometido, pasó nada menos que 13 años en la cárcel, y ahora la Justicia cree que con darle una suma ridícula de medio millón de euros ya se limpia de semejante crimen. Porque tener a un inocente entre rejas 13 años no es otra cosa que un crimen, y lo peor, sin castigo. Yo me pregunto: a Ricardi nada ni nadie puede devolverle esos 13 años de su vida, pero a los culpables, ¿por qué no se les condena como se merecen?

Cualquiera que tenga una pizca de vergüenza se siente ofendido y humillado en la persona de Ricardi. Pero vayamos a casos contrarios que avergüenzan aún más: el hombre que asesinó a ¡25 seres humanos! (De Juana Chaos) está en la calle, disfrutando de los mismos derechos de cualquier hijo de vecino decente, honesto y honrado. Por sus crímenes sólo estuvo 18 años... menos de un año por cada asesinado. Y hay muchísimos casos más en que la propia Justicia debería ser juzgada y encarcelada para pagar sus atropellos, que en algunos casos pueden ser errores, pero en mi opinión, en muchos, en demasiados, no son tales, sino mala intención de amamantar a criminales y delincuentes bajo el amparo de unas leyes que parecen haberse hecho por Jack el Destripador y que la sociedad española no ha podido quitárselas de encima.

En nuestra mal llamada Justicia existen no contradicciones sino disparates que nadie se ocupa de enmendar (los "padres de la patria" parecen sentirse muy a gusto con ellos): dos ejemplos (no los únicos): la tomadura de pelo de condenar a los maltratadores a "alejarse" a más de 500 metros de sus víctimas (futuras o presentes), como si hubiera un policía detrás de cada uno de esos salvajes midiéndole los metros a que se coloca de su pareja o ex pareja... Y ese engendro horripilante, esa otra barrabasada del delito prescrito: o sea, que usted puede atacar, maltratar, violar y asesinar a una adolescente en un descampado, huir de España, y regresar tras no sé cuántos años, cuando su enorme delito haya "prescrito", y a vivir, que son dos días, como Carmelina, porque nadie le va a poner un dedo encima cuando usted pasee por La Gran Vía como cualquier ciudadano. Por La Gran Vía y por muchas calles de Madrid y de toda España caminan, hasta pavoneándose de haberse reído de la llamada Justicia, miles de Rafitas, que son detenidos (increíble desvergüenza) más de 30, 40, 50 veces, y otras tantas puestos en libertad para que sigan cometiendo sus fechorías, ante la impotencia de un pueblo indefenso que se siente desprotegido ante tanta calaña que casi siempre sale impune.
En resumen, que estamos viviendo en un país donde los criminales y los delincuentes encuentran respaldo nada menos que en las instituciones que deberían ser las encargadas de perseguirlos, juzgarlos y encarcelarlos como se merecen, sin concesiones estúpidas o corrompidas como los grados uno, dos, tres, ni permisos de salida, ni conmutación de penas ni nada por el estilo.

Desgraciadamente, la Real Academia de la Lengua tendrá muy pronto que abolir de su diccionario algunos conceptos como VERGUENZA, DIGNIDAD, HONRADEZ, DECENCIA, JUSTICIA... que parecen estar cayendo en un franco desuso en nuestra sociedad.

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

(publicado en La Envolvencia el 1º de noviembre de 2010)

lunes, 17 de junio de 2019

LA MANIPULACION MEDIATICA

MEDIOS MANIPULADOS

Es curioso cómo los llamados medios de información masiva manipulan sus noticias según los intereses de quienes pagan a quienes escriben y se encargan de llevar a millones de lectores, de oyentes y de televidentes, las informaciones sobre cada suceso o cada aspecto que puede interesar a esta sociedad, aunque cada vez más estas cosas interesan a menos gente, quizás por esa manipulación que los ciudadanos --que no son tan tontos como creen quienes dirigen esos medios y ordenan a sus comunicantes lo que tienen que publicar-- comprenden y valoran.

Dos casos recientes están a la vuelta de la esquina: unos medios que, en un buen porcentaje se afanaban en negar la existencia de Dios y en arremeter contra la iglesia (cuya historia, por cierto, no es como para enorgullecerse). Tras las declaraciones del científico Stephen Hawking, se afianzan en una defensa a ultranza de esa existencia hasta llegar en uno de ellos a leerse que "¡el que no existe es Hawking!". Realmente ridículo. ¿Qué respeto pueden inspirar quienes ni siquiera son capaces de ser consecuentes -siempre- con sus postulados, sean de la idea que sean?

El otro caso es el de las corridas de toros. Si algún extranjero visita España y lee sus periódicos, oye sus emisoras, ve su televisión, pensará que aquí en este país ABSOLUTAMENTE TODO EL MUNDO está a favor de ese espectáculo deprimente, lamentable y salvaje. No aparece en ninguna página ni se oye en ninguna emisora a nadie que se manifieste en contra de esas corridas, de ese montante que han tenido la infeliz ocurrencia de llamarlo la "fiesta nacional" (yo tenía entendido que la fiesta nacional era el 12 de octubre, qué equivocado estaba... ¿o es que hay dos fiestas nacionales?). Luego hay que soportar que proclamen abiertamente que en España cualquiera puede opinar libremente sobre cualquier asunto. Pues trate usted de dar una opinión contraria a las corridas a ver dónde puede publicarla. Y después cuénteme.

Con la situación general del país sucede algo parecido. Y el lector de periódicos generalmente se "suscribe" a un diario, que lee cada día, dejándose influenciar por su inclinación ideológica, y terminando, con tanto golpe de martillo a su ingenuidad, por creer que "la verdad" que proclama ese diario que lee es "la única verdad", o como dicen algunos, "la verdadera verdad", sin detenerse a pensar que no existe una verdad total y absoluta, por mucho que algunas corrientes filosóficas intenten demostrarlo (sucede igual con las emisoras de radio y los canales de televisión). Otros intentan demostrar lo contrario. Pero en todos los casos seguimos dejándonos manipular por una corriente de opinión que puede estar errada o distar mucho de acercarse a lo que más se aproxima a "la verdad".

Porque sucede con los seres humanos lo que con las firmas comerciales: el cuento (no sé si real o de ficción) del "guajiro" que fue a comprar un radio receptor a una tienda y conminó al vendedor a que le vendiera "el mejor radio que tenga, la mejor marca". El vendedor, desde luego, bien orientado por su patrón, le entregó el radio más caro, que tenía un diseño realmente agradable. Supongamos que ese radio era de la marca Motorola. Cuando el guajiro llegó a su casa y encendió el aparato, lo primero que oyó fue un anuncio (faltaría más) que decía: "compre un Selena, el radio receptor más calificado, más seguro y más garantizado del mundo". Imagínense el "cabreo" del pobre hombre que lanzó su equipo contra la pared, pero después lo pensó más y con él destrozado se acercó a la tienda y...

Pues eso pasa con los medios, que cada cual proclama lo que conviene al interés de sus dueños, y si usted lee la información sobre un suceso de importancia, social, cultural, político, verá que cada diario le dará una versión distinta a los demás. Una vecina me dijo una vez que ella sólo leía los horóscopos de cierto periódico, "porque esos son los verdaderos". Para reírse. O para llorar, pensando que la ingenuidad, por no llamarlo de una forma ofensiva, tiene límites inescrutables. Le dije: mira, compra 10 revistas y 10 periódicos, y lee los horóscopos de todas y de todos. Si encuentras 2 que digan lo mismo, te invito a una cena en el Ritz... Ya pueden imaginarse lo que hubiera sucedido si la buena vecina me hubiera hecho caso...

Sería bueno que quienes creen en esas predicciones "mágicas" hicieran esta prueba.

Y así se comprueba que es muy cierto lo que proclamó no sé quién sobre las únicas cosas que en el mundo son ciertas: "la muerte... y la estupidez". Lo demás, queridos amigos, es cuestión del cristal... Si no, hagan la prueba de la vecina con cualquier asunto, no sólo con los horóscopos. Y ya me dirán.

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

elcuiclo.blogspot.com.es

(publicado en La Envolvencia el 19 de octubre de 2010: como se ve, qué poco ha cambiado el panorama)

lunes, 10 de junio de 2019

RADIO 5, TODO POLITICA... Y FÚTBOL

No me gustan los cambios, quizás por eso algunos conocidos o amigos me llaman conservador. No me importa cómo me llamen, sólo que pienso que si algo funciona bien, no hay por qué cambiarlo, y lamentablemente aquí y allá suelen cambiarse las cosas que funcionan bien con bastante frecuencia...

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En la ciudad de Madrid hay muchas chapucerías que se han quedado sólo por inercia. Con un poco de amor por la ciudad y de deseos de trabajar con la mente y con el cuerpo, esas chapucerías podrían eliminarse. Madrid pudiera ser una de las cudades más bonitas de Europa...

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Muy pocas personas le dan importancia a los baches que en Madrid tanto abundan, a pesar de que se han arreglado algunas calles, pero sólo algunas. Y los baches, además de molestar a los viajeros que los sufren cuando se estremecen los autobuses y los riñones con ellos, tienen el además de perjudicar a los equipos, pues con los baches la vida de los mismos se acorta bastante...

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Yo sabía (por un amigo gallego de Santiago de Compostela, que en España el furbo era una pasión constante (siempre hay algún campeonato, alguna copa, alguna etcétera). Lo que no sabía era que esa pasión incontenible se encontraba en cada emisora radial, en cada periódico, en cada canal de televisión, donde no sólo se podían ver partidos de futbol, sino que el 90% del tiempo dedicado al balon en la red adversaria (es la única jugada que tiene ese deporte), cubría casi toda la información en las noticias que se trasmitían, con la excepción de la política, ya que aquí también el 90% de las noticias están relacionadas, directa o indirectamente con asuntos políticos. Y no hablemos de los anuncios publicitarios, que esa es otra historia de la cual pienso escribir alguna otra tontería un día de estos, para que los tontos como los que me están leyendo se entretengan cuando no tengan nada que hacer... que es casi siempre...

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

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lunes, 3 de junio de 2019

PROMESAS QUE NOS HACEMOS

¿VIDA NUEVA?

¡Año nuevo, vida nueva! Cuántas veces usted mismo se ha repetido esas palabras. Y después de tragarse la última uva, ¿ha comenzado realmente una vida nueva para usted? Posiblemente no. Porque el ser humano se pasa toda su vida prometiéndose cosas que (sabe que) no va a cumplir. Es natural. A veces las promesas nos hacen soportar los avatares de la vida, aunque jamás las cumplamos. Porque como dice Cervantes en su obra mayor: "la felicidad no está en la venta, sino en el camino". O sea, que para "el caballero de la triste figura", la felicidad consistía en la búsqueda, no en el encuentro. Y quizás tenía razón el Quijote: ¿cómo pudiéramos soportar los avatares de la vida sin soñar, sin buscar lo que deseamos encontrar, aun sabiendo que no vamos a encontrarlo? Como me dijo un amigo cubano/español en estos días: "Compadezco a un hombre (a una mujer) que no sueñe... despierto. Porque soñar despierto es mucho más bonito que soñar dormido"...

Los sueños nos alientan a seguir viviendo. Y a seguir soñando. Porque un sueño es como una esperanza de que nuestra vida cambie algo, lo mismo en el aspecto material que en nuestro mundo interno. Este año compraremos aquella batería de cocina que tanto nos gustó cuando la vimos, o ahora con el año nuevo podré al fin plantearle a Rosi que podremos casarnos y formar una familia. Pero todos los sueños dependen casi siempre de un cambio en nuestra situación económica. Porque ¿de qué vale un sueño, incluso realizable, si con él no contamos también con que para realizarlo tendremos que mejorar nuestra situación económica? Me dirán que no, que a veces el dinero no es fundamental. Y tienen razón: no lo es, pero podría repetirles una cuarteta que mi padre me decía cuando yo pensaba que por ser yo y por ser un niño, un muchacho, un estudiante sin entradas, tenía derecho a todo lo que se me ocurriera desear o pedir:

El dinero es un rey loco,
esa es la pura verdad.
No da la felicidad
pero le falta muy poco.

Siempre ha habido controversias sobre lo que plantea esta cuarteta, y hay muchos que sostienen ideas atrevidas, quizás realistas, como que la gente pobre es más feliz que la rica, porque el dinero trae preocupaciones, problemas, situaciones en verdad riesgosas y hasta peligrosas en muchas ocasiones. Pero otro refrán se encarga de poner en duda cualquier afirmación hacia un bando o hacia el otro: "la felicidad, en casa del pobre, dura poco". Volvemos entonces a la situación de los sueños: el hombre siempre desea lo que no tiene, y cuando lo alcanza, enseguida comienza a desear otra cosa. Y el hombre, todos los hombres de la Tierra, no despreciarían nunca una buena suma de dinero, porque saben que con él, no tendrán la total felicidad (que por otra parte, no existe), pero les faltará muy poco para sentir eso que tanto se le parece cuando se está en posesión de los medios que pueden hacernos la vida mucho más agradable.

Pero es de lamentar que en nuestra sociedad el dinero (la posición económica de un ser humano) sea determinante para que se abran las puertas en todas las instancias. Y a esta situación económica reconocida públicamente, se une ahora, desde hace algún tiempo, la limitante de la belleza física: si no eres bonita o apuesto, despídete, tendrás pocas oportunidades de triunfo, y si además no tienes una cuenta bancaria responsable, ni lo sueñes, aunque sea dormido. Porque entonces sólo podrás continuar aspirando sólo a eso, a soñar, sobre todo despierto, para mantenerte con vida y con deseos de seguir soñando, quizás esperando encontrarte la venta al final del camino, acordándote del Quijote, y esperanzado en el lugar común tan manido de tan repetido y en estos momentos tan lejano de nuestro horizonte geográfico: "ya vendrán tiempos mejores"...

Pero ¡cuidado! Porque esos tiempos puede que lleguen para muchos... post mortem.

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

elcuiclo.blogspot.com.es

(publicado en La Envolvencia el 15 de octubre de 2010)

ENVOLVENCIAS

 1 Ahora que los virus están de moda: fue un virus (de la peste negra o bubónica) el culpable de la muerte de los amantes de Verona. La hist...