lunes, 30 de julio de 2018

¿PARA QUE SIRVEN LOS ANUNCIOS?

Los anuncios publicitarios de la TV son molestos, para muchos son odiosos, y lo peor que tienen es que no se pueden evitar, pues aunque cambies de canal lo más probable es que en el nuevo canal veas los mismos u otros anuncios que se están pasando al mismo tiempo. Esto tiene tela y de la buena, porque cada dia notamos que hay más anuncios (incluso en canales de muy poca teleaudiencia) y tienen más duración, sin respetar la ley que da un tiempo determinado para trasmitir anuncios que se sobrepasa siempre porque parece que las televisiones están por encima de la ley y sus patrocinadores se ríen de las autoridades y de nosotros los televidentes que sufrimos el exceso de publicidad que se repite impíamente una y otra vez sin que podamos bloquearlos con ningún truco conocido.

Me dirán que eso tiene una solución infalible: no ver la TV, y tendrán razón, pues en realidad, si ponemos en una hoja en blanco los pros y los contras de ver televisión, ganan los contras por goleada. En mi caso particular, yo sólo enciendo el televisor alrededor de las 22 hrs., para ver series o películas, y procuro ver siempre canales que no tengan publicidad mientras dura la serie o la peli escogida, si no, acudo a mi DVD y a mi archivo de películas guardadas. Pero eso es en mi caso, no sé cuántas personas harán lo mismo, pero pienso que la televisión es el entretenimiento favorito (a veces el único) que tienen millones de personas por muchas razones (soledad, vejez, ignorancia, no tener otra cosa que hacer, residencias de mayores, etc.) y no deberían sufrir de tanta publicidad, muchas veces engañosa y dañina, sin contar con la pésima calidad de la programación general que tienen casi todos los canales que pueden verse en abierto.

O sea, que lo tomas o tomas otra cosa, que por cierto, para un sector numeroso de la población (los viejos) no abundan, aunque se empeñen en ofrecer(nos) decenas de folletos y otras informaciones que afirman a rajatabla la hermosura de la llamada tercera edad. Si le preguntamos (y yo lo he hecho) a unas cuantas docenas de personas mayores (no me gusta este término ridículo, pero hay que seguirle la corriente a sus defensores -o no-) cuál es su entretenimiento más “usado”, contestan: la televisión. Cosa que deberían tener en cuenta quienes tan bien nos gobiernan pensando que la humanidad entera piensa como ellos, y la parte que no lo hace es la que está equivocada. En fin, que de la publicidad a esta cuestión de cómo matar el tiempo las personas de edad avanzada, parece que va mucho trecho, cuando en realidad están entrelazadas y hacen padecer por igual a quienes ya están en la recta final de sus vidas...

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

jueves, 26 de julio de 2018

POEMA 10

PRONUNCIARE TU NOMBRE

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
Roque Dalton (poeta salvadoreño)

Cuando yo esté muriendo pronunciaré tu nombre,
tu tan amado nombre
tantas veces regalado al viento
sin penetrar en tus oídos receptores
de otros susurros,
de otras voces distantes, porque siempre estás lejos,
muy lejos de mi voz, de mis ojos, de mis ansias,
atenta quizás a esa broma del viento
que se resiente a transportar mi artilugio
cuando alivio mis horas sempiternas vacías
en las que sólo alcanzo el infantil consuelo
de rememorar otras horas vividas
junto a ti sin pronunciar tu nombre muchas veces
como ahora lo hago sin tenerte delante,
sin que puedas captar mi clamor por descifrarte
en tu totalidad de mujer tímida y vergonzosa...
Entonces te busco en mi espacio vacío
y sólo puedo respirar mil gramos
de nostalgia de ti, de ti como imagen,
como una especie de astrolabio sensual
convertido a su vez en un arpegio
que define tu silueta femenina con sonidos musicales
a veces suaves, lánguidos a veces,
estruendosos como un marcial impromptu,
porque tú eres tú y otra más,
cuando te empeñas en no ser como tú,
esa mujer que quizás logre un día construir
(quizás no demasiado tarde)
en lo más inexplorado de mi imaginación...
Pero no me perdono no haber descubierto mucho antes
definitivamente
que eres siempre en tu fondo real
sin imposturas
como un nido de pájaros
resguardado de la lluvia y el frío
por el poder de las palabras exactas
con las que pienso que logro definirte
aunque tú hagas vanos intentos
por mantenerte ajena e infranqueable
como un muro de granito,
como una muralla ante la cual
sólo pueda pronunciar tu nombre
y echarte de menos...
Y ¿resignarme? (aunque me suene esa expresión
ridícula)
a morir una mañana de sol bravo
sin saborear la dulce miel de tus palabras
diciéndome al fin que me quieres...
Augusto Lázaro
@lazarocasas38


lunes, 23 de julio de 2018

PODEROSO CABALLERO

La sociedad del dinero: en eso nos hemos convertido. Todo lo que mueve a un ser humano a hacer cualquier cosa tiene como fin ganar dinero, ganar MAS dinero. En las ventas de artículos, equipos, productos, alimentos, en el mantenimiento, en los arreglos, en las instalaciones, en las múltiples ofertas que recibes a diario a través de los medios, en los trabajos que se pagan muy por debajo de lo que las empresas deberían pagar, en las reparaciones que sólo duran el tiempo suficiente para que quienes hicieron el trabajo tengan que ser llamados a los pocos meses y así no se quedan esperando turno en las colas del INEM, en fin... que tenemos que conformarnos con recibir atenciones y servicios a la mitad (si acaso) de la calidad esperada, y eso, por desgracia, ha llegado ya hasta los servicios de salud. Diariamente se ven en los diarios quejas, protestas y denuncias de trabajos mal realizados que a veces cuestan la vida de algunos pacientes por descuidos o negligencias irreparables que intentan subsanar con indemnizaciones monetarias que de poco sirven a los afectados que acudieron a recibir mejoras y en lugar de ver realizados sus sueños de sentirse libres de sus males ahora están peores que antes. ¿Qué nos está pasando? Tenemos que caer en la frase común: ¡buena pregunta!

Si nos guiamos por las palabras de José Martí (que nunca pasa de actualidad) de que “los malos triunfan donde los buenos son indiferentes”, tenemos que aceptar que nosotros somos los buenos indiferentes, o también que los malos nos están ganando la partida porque se están convirtiendo en mayoría (al borde del absoluto). En cualquiera de los dos casos, el problema candente radica en que la mayoría de los seres humanos ha colocado sus problemas (cosa lógica) como prioritarios, por encima de los problemas de los demás. Repito: cosa lógica, desde el punto de vista humano. Pero el asunto se va por el otro camino: no sólo han colocado sus problemas por encima de los problemas de los demás, sino que han ido olvidando poco a poco los problemas de los demás, y ya no es raro oír a muchos decir “que se las arregle como pueda, no es asunto mío”, olvidando o esquivando que los asuntos de todos afectan a todos y no se puede aislar totalmente de la sociedd alguien que pertenece a ella y pensar que el obispo de Berkely tenía razón cuando inventó su no tan conocido solipsismo (“sólo yo mismo”), como si lo que sucediera a su alrededor sólo formara parte de su imaginación, o sea, que en realidad no existía. Por ende, los problemas de los demás no existen y por tanto “no tengo por qué ocuparme de ellos”. Ser indiferente paga mucho más y evita -es cierto- aumentar tus propios problemas. Pero preguntémonos si ese es el futuro que esperamos para nuestra tan vapuleada y traicionada humanidad.

En tanto pasa el tiempo y nos sumimos cada vez más profundamente en una sociedad insensible que pasa de lo que ocurre y prefiere (al menos la mayoría) “no meterse en lo que no le incumbe”, que en definitivas es lo que realmente garantiza a un ser humano no buscarse problemas, a costa de volverse un indiferente cuya sensibilidad parece perdida en las remotas incursiones del recuerdo.

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

domingo, 15 de julio de 2018

POEMA 9

PERO ES QUE TU TE VAS



Tal vez te extrañe mi silencio,
este silencio que me muerdo todas las mañanas
cuando son terribles los deseos de marcar tu número
y escuchar tu voz como una queja de guitarra
y decirte todo lo que se me ocurra,
invitarte a almorzar a cualquier sitio,
etcétera.
Pero es que tú te vas,
irremediablemente tú te vas y yo no tengo
ni valor ni derecho
para decirte: quédate en mi isla,
en esta isla que tiene tanto que decir a todo el mundo,
y vamos, juntos, en medio de las sombras y el horror,
a inventar una nueva ternura,
porque en tus ojos cabe toda la ternura de la Tierra...
Te vas y yo me quedo en ests calles rotas
distrayendo la nostalgia
en algún parque solitario y propicio
con alguna muchacha de diez y ocho o veinte años.
Quizás pienses en mí
mientras caminas por los adoquines húmedos
y respiras el olor helado de las flores
y ves los techos de pizarra parecidos
a los techos de Santiago
(porque Santiago puede recordarse
en todos los pedazos de la vieja España).
Envíame unos libros
-esos libros tan bellos que se imprimen allá-
y unas cuchillas de afeitar
y por supuesto una foto en colores:
seguramente lucirás espléndida
con tu pelo ya bastante largo y con tus dientes
tan blancos y parejos que parecen de losa.
Y escríbeme
y háblame de la nieve
y dime cómo se refleja el sol en el Mediterráneo.
Me sentaré a leer tus cartas
en todos los lugares que conocimos juntos
hasta que encuentre otra ternura en otros ojos
que nunca hayan visto cómo cae la nieve
y nos quedemos buscando el amor
que tú nunca encontraste:
el amor que yo eocontré en tus ojos
cuando comenzaron a llorar aquella noche
que me lo confesaste...


Augusto Lázaro
@lazarocasas38

Pd: pueden encontrar los poemas anteriores, así como las novelas, los cuentos y el teatro publicado en el blog elcuiclo.blogspot.com.es






sábado, 14 de julio de 2018

COMO EL PERRO HUEVERO...

...que a pesar de tener el hocico que
mado nunca escarmentó, aunque pasara todo el tiempo rascándose con ambas patas traseras del picor y el escozor que le generaban las quemaduras. Es que el ser humano nunca escarmienta, y vuelve y vuelve, a pesar de los fracasos en sus intentos. Sin embargo, el perro huevero es una excepción, porque la gran diferencia entre humanos y perros es que estos últimos nunca se golpean dos veces con la misma piedra mientras que los primeros se dan golpes hasta tener que acudir a un psicólogo a ver si con este especialista pueden resolver sus problemas de no poder resistir la tentación de volver a golpearse con la misma piedra, a la misma hora, en el mismo lugar, y ya saben lo demás...

...por eso, amigos inocentes e ilúcidos, aquí les dejo un nuevo intento de, como dice el slogan de ASUS, "in search of incredible", quizás con la última esperanza de que no me bloqueen nuevamente estas tonterías dirigidas especialmente a quienes no tienen otra cosa mejor que hacer que perder unos minutos leyendo lo que otro semejante o prójimo se ha molestado en escribir...

...y así las cosas, a leer, que nos van quedando pocos telediarios y hay que aprovecharlos para no aburrirnos, porque aquí entre nosotros, mejor leer un blog inútil como éste que sentarse en un banco de la Plaza de España a mirar cómo pierden su tiempo (disfrutándolo) tantos jóvenes con sus móviles en las manos que hacen que se olviden de los amigos que los rodean, pues lo importante para ellos ya no es el contacto físico, sino con el aparatico que quizás duerma con ellos toda la madrugada... porque eso sí, lo que es dormir, tienen que dormir algo, y después, levantarse y otra vez coger el aparatico que empieza un nuevo día de emociones y aventuras monotemáticas usando ese genial invento que se roba gran parte de su vida con su pantallita en colores que mantiene a sus usuarios en un estado de éxtasis del cual es casi imposible salirse...

Hasta pronto, si es posible y no me he muerto todavía,

Augusto

ENVOLVENCIAS

 1 Ahora que los virus están de moda: fue un virus (de la peste negra o bubónica) el culpable de la muerte de los amantes de Verona. La hist...