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Ahora que los virus están de moda: fue un virus (de la peste negra o bubónica) el culpable de la muerte de los amantes de Verona. La historia que quizás pocos conocen es más o menos así:
El cura y Julieta habían acordado un plan para que la casi niña fingiera estar muerta (suicidada) y así conmover a su familia de su necedad al impedir la uinión de los amantes. Romeo estaba en Mantova y el cura envió un mensajero para que cuando volviera y enconrtrara a su amada tirada en el suelo, como muerta, hicera él lo mismo, o sea, fingir un suicidio, y así las dos famiias escarmentarían y recapacitarían sobre el costo de sus rencillas mutuas y al cabo aceptarían la inevitabilidad de su injusta y absurda enemistad. El mensajero del cura tenía la encomienda de avisar a Romeo del falso suicidio de Julieta y al llegar junto a ella hacer lo mismo, pero cuando el mensajero llegó a la entrada de Mantova (Mantua) se encontró con que la ciudad en la que estaba Romeo era presa de una epidemia de peste, y de allí mismo, olvidándose de su encomienda, viró su caballo y regresó a refugiarse lejos de la maldita ciudad apestada, por lo que Romeo no se enteró de la farsa preparada y partió en su caballo gritando "Julieta, esta noche dormiré contigo"... Cuando llegó a la fuente donde había quedado con ella y la vio en esa forma, pensó que Julieta se había suicidado, y su angustia no pudo salvaarlo de hacer él lo mismo, o sea, suicidarse realmente, y así lo hizo abrazado al falso cadáver de su adorada. Pero cuano ésta desperto de la pócima dada por el cura para que pareciera muerta, se dio cuenta de que Romeo estaba muerto de verdad, y entonces ella siguió su camino y se suicidó, esta vez realmente...
El resto de la obra y su desenlace entre las dos familias ya puede imaginare quien no conozca esta muestra de la maestría de Shakespeare, considerado con razón como el más grande dramaturgo de su época. Recomiendo a mis lectores, si todavía quedan algunos, que disfruten del placer de leer ROMEO Y JULIETA, o de ver su representación teatral si tienen la suerte de que en alguna sala cercana a sus posibilidades alguna compañía se decida a montarla... por lo demás, cosa difícil, pero Lezama Lima dijo que "sólo lo difícil es estimulante"...
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Me asombra la enorme fe de personas inteligentes que conozco en cosas que no se ha demostrado que sean efectivas y me pregunto por qué es tan fácil convencer a la gente de que algo es bueno o malo si quienes se esfuerzan por convencerla no lo saben en realidad...
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Cuestión, que hay que seguir ejecutando el único verbo posible en estos casos de propaganda dudosa: ESPERAR... a ver qué pasa... o qué no pasa... ¿Podemos hacer otra cosa? Pues claro que sí, PERO...
Acido
