jueves, 28 de noviembre de 2019

RODEADO DE VECINOS

DE VECINOS Y SUS COSAS

Matías camina apoyándose en un bastón. No usa gafas y en sus ojos resplandece una especie de juventud que se niega a abandonarlo, al menos en su mirada llena de vitalidad. Diariamente sale del edificio y se dirige a la cafetería del Centro de Mayores, se toma un café con leche y se sienta a echar una partida de dominó con sus amigos. Y así se le va la mañana, entretenido sin pensar en que la muerte puede sorprenderlo en el momento en que menos la recuerde. Porque Matías es un hombre lleno de vida, a pesar de lo estropeado que dice que está. Por la tarde repite su itinerario y sus acciones. Y así se le va el día, porque cuando se da cuenta ya está oscuro, y entonces Matías se recoge en su casa a ver la tele o quizás a leer el periódico para enterarse de que el mundo sigue en
estado fatal, sin ningún cambio positivo...

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En el patio de la basílica de San Francisco El Grande viven 32 gatos. Nada menos que 32 gatos. En ese espacio, amplio para ellos, realizan todas las acciones que suelen realizar los gatos: duermen, comen, defecan, juegan, descansan, corren, se refugian del agua, del frío, de la nieve cuando cae, de todo. Todas las tardes Isabel se acerca al muro con abundante comida para ellos, y los gatos, esos animalitos tan ariscos que huyen cuando algún humano se les aproxima, se acercan a ella sin ningún temor, porque la conocen y saben que ha llegado su alimento. Y todos comen, se llenan, se retiran, y a dormir hasta mañana. Isabel disfruta con esa acción diaria que se ha autootorgado por el simple placer de sentir cómo esos gatos se le acercan con cariño, se restregan contra sus piernas, maúllan muy bajito, como agradeciéndole lo que hace por ellos, y nada más. Hay otra señora que a veces entra en el patio y además de comida les limpia sus casitas rústicas para que se guarezcan de los elementos, pero enseguida se va, no como Isabel que se queda un largo rato mirándolos y sonriéndose, satisfecha de haber hecho una buena acción. Una mañana me la encontré en el autobús y hablando del asunto me dijo: "yo quiero a esos gatos más que a muchas personas que conozco, porque son más humanos"... Ante esa afirmación me quedé meditando cuánta razón tenía Isabel. Porque hay muchos humanos que no pueden compararse con los animales: pierden por puntos, por muchísimos puntos...

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Avelino es un señor circunspecto, tranquilo, apacible. No le gusta la bulla. Pero le gusta la música, y dentro de la música, esa que llega suave a los oídos, como invitando a adormecerse lentamente alcanzando un estado de bienestar perfecto. Y todas las mañanas, antes de salir a la calle a dar su acostumbrada vuelta, Avelino pone su equipo con esa música que puede ser de Mozart o de María Dolores Pradera. Fue Avelino quien me dijo un día, conversando al respecto, que la música le hace mucho bien al hombre, "lo enseña a ser mejor persona", y quizás tenga razón, y quizás por eso mismo sea Avelino tan buena persona. A pesar de sus 75 años, se mantiene en forma, camina con paso rápido, no parece tener serios problemas de salud, y es un gran conversador. Con él siempre se aprende algo, porque de cualquier ser humano se puede aprender algo, pero de esos seres como Avelino se puede aprender mucho. Díganmelo a mí, que desde ese día de la conversación citada, cuando me pongo a oír la música que me gusta, me siento como si me hubiera vuelto mejor persona. Gracias a la música, y gracias a Avelino...

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La dama del bastón es Damiana, y cuidado con ella,porque cuando se le suelta la lengua no se salva ni la llamada familia real. Del bastón, porque Damiana está ya un poco magullada y necesita ese apoyo para caminar. Y hay que verla cuando sale al pasillo y se dirige a la cafetería del Centro de Mayores a dejar que el tiempo corra, sin prisa y sin pausa: para recorrer esa distancia, de unos 300 metros a vista de pájaro, Damiana se tarda unos 15 minutos. Ella dice que es que no puede ir más aprisa, pero algunos (entre ellos yo) piensan que es porque se entretiene mirando al patio de la basílica, a los gatos o a la gente que mira a los gatos, y así Damiana pasa sus horas hasta que retorna por el mismo camino y a la misma velocidad. Cuando está de mala uva (que es muy a menudo), las asistentas geriátricas del edificio pagan las culpas que no tienen, porque empuña su bastón como si fuera un AK, y les dice hasta lo que no se imaginaban ellas que podía decirles alguien. Pero como en la viña del Señor hay de todo, Damiana se ha convertido en un personaje pintoresco, sin el cual nuestra vida sería menos... digamos atractiva. Ojalá que no nos falte, porque en definitivas la queremos, aunque sea un poquito...

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Cuando llegó al edificio, algunas de las damas mayorcitas que no tenían pareja se "debatieron" por conquistarlo, porque Conrado tenía buen porte, era elegante, y, según rumores que enseguida se corrieron, estaba "sin compañera". Una de las más audaces logró al fin a atraparlo, y ahí están los dos, como tórtolos, mostrando su relación sin ningún tipo de prejuicios ni complejos. Pero Conrado, además de ser un galán para muchas en el edificio, es un hombre de acción y de trabajo: se dedica, voluntariamente, a atender varios canteros que contienen flores y hortalizas, y han salido de ellos tomates y otras verdurillas que pueden saborearse sin ningún cuidado de que no estén listos para su consumo. Todos los días Conrado coge la manguera y a regar se ha dicho, con su inseparable cigarrillo pegado a los labios, y de aquí para allá, de allá para aquí, y así pasa sus ratos de ocio, ocupado en una labor que además de dar estética al entorno sirve para deleitar a cuantos pasan por allí, o a los mismos vecinos que se paran siempre a observar qué de nuevo ha logrado Conrado en sus canteros. Hombre activo, sin dudas. Y muy buena persona, que es lo más importante...

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Mi amiga M. E. (no le gusta que publique su nombre) nunca se queja: trabaja como asistente geriátrica en un centro donde sólo tiene que... ¡sonreír! Así como suena. Porque es lo único que hace, además de atender -sonriendo siempre- a quienes necesitan alguna ayuda o alguna orientación oportuna en dicho centro. Pero M. E. pasa sus 8 horas de trabajo sonriéndole a cuanta persona le pasa por el lado. Y nunca se queja. Yo nunca la he visto de mal humor, y siempre, a cualquier hora y en cualquier circunstancia, su boca abierta, sus dientes al aire, y una sonrisa que parece incrustada en su rostro por obra de un escultor figurativo. Por eso no se queja, pero porque además, es una chica con suerte: no paga hipoteca, no sufre el transporte, pues vive cerca del trabajo y va y viene a pie o caminando, como dice, siempre con un chiste a flor de comisuras acompañando a su sonrisa esplendorosa, no tiene problemas sentimentales (felizmente casada y con una encantadora y talentosa hija), y en fin, que le gusta su trabajo. ¿Cómo no le va a gustar si lo único que le exigen es lo que no habría que exigírsele: que sonría, que le haga la vida agradable a cuantos tiene que atender. Y, sin dudas, M. E. sabe hacerle la vida agradable a quienes tienen la suerte de poder verla y conversar con ella -y disfrutar de su sonrisa que llega hasta sus ojos- diariamente. Ojalá que pudiéramos contar con muchas M. E. en nuestro diario bregar con las personas con las que tenemos que compartir el saludo o las conversaciones inevitables de momento. La vida sería mucho más llevadera...

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

elcuiclo.blogspot.com.es

(publicado en La Envolvencia el 25 de abril de 2011. Lamentablemente, algunos de los personajes citados ya han muerto, vaya esta entrada en su memoria y agradecimiento por su amistad y por los buenos ratos que me hicieron pasar)

lunes, 25 de noviembre de 2019

ADIOS A LA VERGÜENZA

¿VERGÜENZA? ¿QUE ES ESO?

Que la vergüenza de nuestros políticos brilla por su ausencia es ya aceptado por propios y ajenos como algo natural. Juan Maguey me lo dijo una vez:

--Hombre, para ser político lo primero es no tener vergüenza. Lo demás ya vendrá con el cargo y el tiempo.

Y en ocasiones esa verdad innnegable, aunque haya excepciones tan escasas como los parados que encuentran trabajo, sale a la luz con incuestionable aceptación: ahora mismo, con lo de Libia, se convence hasta el más escéptico de cuánta razón tenía mi amigo Juan.

Resulta que en la mayoría de los países árabes hay dictaduras que más o menos oprimen y masacran a sus pueblos. No en Libia sólamente. Pero Occidente parece que no se ha dado cuenta de eso. Ni siquiera el señor Obama, tan demócrata él, parece haber comprendido quiénes son esos dictadores que oprimen y masacran a sus pueblos, pues tanto Estados Unidos como Europa han mantenido siempre excelentes relaciones con personajes de tan dudosa moral como Gadafi, sin que se ruboricen cuando alguien publica en algún diario semejante desfachatez.

De la vieja Europa no espero nada. Absolutamente nada: no hay más que ver miles de fotos en donde los dirigentes políticos de Europa se dan la mano, se abrazan y hasta se besan con personajes tan detestables como Obiang, por poner un solo ejemplo, porque me da asco mencionar tantos nombres. Hasta nuestro rey considera como amigos a tipejos tan dudosos como Mohamed VI, Hugo Chávez, y tantos otros que han sido recibidos con todos los honores. Y no me digan que es cuestión de diplomacia, porque el decoro, el honor y la vergüenza de ninguna manera pueden estar por debajo de la diplomacia. Ni del cochino dinero.

Me pregunto, y le pregunto a los señores Bush y Obama: ¿han pensado cuánto mejor estaría Estados Unidos económicamente si se hubieran ahorrado los enormes gastos militares en Afganistán y en Iraq? (y en tantos otros países donde no han logrado nada), porque a pesar de los años de intervención, Afganistán sigue igual o peor, e Iraq es un rosario de muertes, atentados, bombas, etc., que diariamente ocurren, sin que ninguna fuerza militar haya podido eliminarlos. Entonces, ¿para qué Occidente, y en especial Estados Unidos, se mete en tantos lugares donde nadie los ha llamado y donde no van a resolver ni un carajo?

Y ahora, para colmo de la desvergúenza, se plantea que la acción militar contra Libia "no es para quitar del poder a Gadafi"... ¡Increíble! Si no es para eso, debe ser para darle unas palmaditas en el hombro, sobre los miles de muertos provocados por ambas partes, y decirle: "Muhammar, amigo, trata bien a tu pueblo y no dispares más contra los ciudadanos indefensos", y cómo no, el "buen amigo" hasta hace unas semanas, enseguida saludará (quizás esperando que el interfecto le bese la mano) y dirá en voz muy alta que "seguro, hoy mismo dejaré de matar a mis ciudadanos, pero dígale a ellos que no me jodan más".

¿Y en los demás países árabes? ¿Piensan Obama, Sarkozy, Berlusconi, Cameron y demás dirigentes de la alianza intervenir también en Yemen, en Bahréin, en Arabia Saudita, en los Emiratos, en Marruecos, en Qatar, en Jordania, en Siria, cuando en ellos "la cosa" se ponga más caliente aún?
Mi simpatía por Angela Merkel, cuya cabeza podría servir de ejemplo a muchos y no sólo económicamente, por no haber enviado a sus soldados a combatir, a matar y a morir, en esas tierras donde está demostrado por la historia que ningún extranjero va a resolver sus problemas, ni a las buenas ni a las malas, pero sobre todo, jamás "a las malas": Afganistán e Iraq me dan la razón.

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

elcuiclo.blogspot.com.es

(publicado el 29 de marzo de 2011, repetido aquí por su actualidad que podría servir de ejemplo para demostrar que la Historia no enseña nada a quienes detentan el poder absoluto)

lunes, 18 de noviembre de 2019

EL DIA QUE ME QUIERAS

LEJANA TIERRA MIA...

Un matrimonio de chinos que tiene un timbiriche en La Latina y al que suelo saludar cuando paso frente a su comercio (raras veces por cierto) me sorprendió el sábado pasado con algo que jamás pensé que podía ver y oír: ambos estaban sentados en sendos taburetes en la acera, con una grabadora, oyendo a... Carlos Gardel. No, no han leído mal: un matrimonio de chinos oyendo tangos por Carlos Gardel. Es como para publicarlo en un diario nacional, aunque estoy seguro de que la mayoría va a poner en duda semejante escena que yo presencié.

Pero pensándolo después, no es para sorprenderse, porque quien está más o menos informado del mundo musical debe saber que Gardel no sólo popularizó el tango, sino que con él también popularizó a su país, Argentina (entonces la primera potencia económica de América Latina), que hoy, como el tango, se conoce en todos los rincones del planeta. Y a Gardel, podríamos preguntar: ¿qué habitante de La Tierra no ha oído alguna vez un tango en su privilegiada voz? Quizás haya algunos, o muchos, que consideren los tangos de Gardel como algo sentimentaloide, romanticón, hasta cursi algunas veces, pero el caso es que esa música entra en el cuerpo y se pega en el alma, aunque realmente sus letras sean casi siempre nostálgicas o tristes. O quizás por eso mismo.

Recuerdo que en mi adolescencia, en la ciudad de Pinar del Río, donde nací y me crie, solía acudir al cine varias veces por semana, casi siempre a la tanda vespertina, donde se metían los estudiantes de diversos centros que armaban tremenda algarabía, junto a algunos trabajadores que a esa hora salían de sus empleos para distraerse un poco. La algarabía de aquella claque a veces no dejaba oír lo que decían los actores, aunque las películas casi todas eran habladas en inglés, subtituladas en español. Era una claque imposible de silenciar. Pues bien: tanta era la fama y tanta la admiración que el gran público sentía por Gardel, que en sus películas (todas malísimas), cuando Gardel comenzaba a cantar, el silencio en la sala era total: todo el mundo atento a la voz del "zorzal criollo", y después, en plena calle, tarareando los tangos que en la peli había cantado. Gardel no era actor, era un cantante de tangos: quizás el más grande cantante de la música llamada popular que se conocía en esa parte del mundo.

Y quizás tengan razón quienes opinan que los tangos son tristes o nostálgicos. Algunos en verdad capaces de hacer que se piense en esos avatares de la vida que los seres humanos afrontamos, a veces sin proponérnoslos, y uno de ellos me trae a la mente el recuerdo de una adolescencia, de una juventud pasada que se recreaba en esa música, siempre bonita y agradable, sobre todo en esas letras que ahora, en el exilio, me machacan la cabeza, pues como oí decir a alguien una vez, "lo peor que puede sucederle a un ser humano es tener que vivir fuera de su patria"...

Lejana tierra mía, bajo tu cielo, bajo tu cielo
quiero morirme un día, con tu consuelo, con tu consuelo,
y oír el canto de oro de tus palmeras que tanto añoro.
No sé si al contemplarte al regresasr... sabré reír o llorar...

Porque vivir lejos de la patria condena a quien sufre esa terrible experiencia a vivir añorando la tierra donde vino al mundo, a este mundo cada vez más complicado y más horrible, donde parece que la guerra es una obsesión de los que mandan y no trabajar por el pueblo al que dicen gobernar. Pero eso es otra historia. La historia que me ocupa se inclina a ese tango que me hace vibrar de emoción, porque el exiliado decente y honesto nunca podrá negar que sigue amando su patria por encima de todo lo demás, y sigue soñando con quizás algún día, como cantaba el gran bardo argentino, poder regresar, quién sabe si a morir en esa tierra que tanto lo hala hacia el recuerdo imborrable de su vida pasada...

Lejana tierra mía, de mis amores, cómo te nombro.
Y en mis noches te sueño con las pupilas llenas de asombro.
Dime, estrellita mía, que no son vanas mis esperanzas:
bien sabes tú que pronto he de volver... a mi viejo querer...

¡Volver! ¿Por qué no? Si volver es un sueño que se convierte en obsesión: la patria se sigue queriendo, dondequiera que se esté, si se es un ciudadano del mundo digno de llamarse hombre o mujer. Ese amor infinito a la tierra natal llevó a Heredia a enviar la carta lamentable pero humana, al mandamás Tacón, por el miedo que tenía el primer poeta romántico de América de morir fuera de Cuba, miedo que no tuvo tiempo de sentir Gardel, porque la muerte se lo llevó también fuera de su terruño, como jamás hubiera deseado. Eran hombres que tenían fe en su patria. Y como dijo Martí:
"los que no tienen fe en su patria son hombres de siete meses".

AUGUSTO LAZARO

@lazarocasas38

(publicado en La Envolvencia el 14 de marzo de 2011)

lunes, 11 de noviembre de 2019

JAPON COMO EJEMPLO

ADMIRABLE JAPON

Hace poco adquirí un nuevo televisor, marca OKI, de pantalla plana, con más de cincuenta canales TDT de alta definición. Tenía uno viejo, marca SANYO, desde hacía más de 10 años, que se veía perfectamente, pero mi vecino José no hacía más de animarme, con su "filosofìa barata", repitiéndome:

--Ya sé que se ve muy bien, pero con uno de esos nuevos de ahora vas a ver mejor, y vas a ver más y mejores canales. Vamos, que cuando la palmes no te van a echar la libreta del banco en la caja...

Y tanto me dio que me fui hasta el centro comercial ALCAMPO de Moratalaz, donde suelo comprar todas mis cosas no comestibles, y traje a casa el "flamante" aparato, tan fino que su grosor no llega a los dos dedos...

Entonces me puse a mirar todos los equipos que tengo, todos japoneses o hechos en China con tecnología japonesa, y me di cuenta, quizás por vez primera, de que nunca se me había roto ninguno, lo que dice hasta qué grado ha llegado la calidad en la fabricación de equipos de ese gran país que ahora atraviesa su peor momento...

O sea, que Japón es la tercera potencia económica del mundo y además la primera en tecnología informática y electrónica, y creo que de eso nadie duda. Pero la grandeza de ese noble pueblo no radica en los aspectos técnicos, científicos, creadores (su literatura es excelente, entre otras manifestaciones artísticas), etc. Hay que ver esas imágenes y hay que oír a quienes tuvieron el terrible privilegio de vivir con los japoneses el horror de esa hecatombe que ahora intentan afrontar: ni un solo acto vandálico, ni una sola alteración violenta del orden, ni algo, por mínimo que fuera, contrario a la solidaridad fraternal que existe entre ellos cuando el dolor llama a la unión sin barreras ideológicas, políticas, religiosas o culturales...

¡Qué digno ejemplo para el mundo está dando ese gran pueblo! Europa debería tomar nota e imitar esa actitud, que aquí en el continente viejo tan deteriorado en los aspectos morales y sociales en las últimas décadas, sería imposible ver.

Recuerdo que hace muchos años Raúl Camayd (ya fallecido), director del Teatro Lírico de Holguín, comentaba conmigo y con otros contertulios en Santiago que no salía de su asombro ante el conocimiento del pueblo japonés:

--Hay que estar allí, hay que verlo y experimentarlo en carne propia para poder creerlo -me decía, entusiasmado-, y no es sólo mi opinión, es la opinión de todo el grupo. ¡Cuánta amabilidad! ¡Cuánta educación! ¡Cuánta manera de ser y de estar tiene ese gran pueblo!... -y suspiraba como extasiado por algo que resultaba desconocido para nosotros los latinos-. Son tan generosos y corteses y tratan tan correctamente, con tanto cariño, a quienes visitan su bello país, que a veces empalagan con sus gestos y expresiones amistosas...

Eso es Japón. No voy a repetir lo que tanto se ha dicho sobre los japoneses en estos días tristes para ellos y para la humanidad decente y sensible. Muchos conocíamos las virtudes y las bondades de ese pueblo que supo despegarse de su etapa imperial y dedicarse a construir en la paz un país no sólo bello y agradable, no sólo civilizado al máximo y con gente en extremo educada, cortés, solidaria, donde en sus calles no se oye una voz alta ni se ve a nadie lanzar un cigarrillo en la vía pública... ahora todo el mundo conoce lo que es posible realizar con ese espíritu laborioso y creador que reina en el Japón de hoy. Para sus ya queridos habitantes, mis deseos de que puedan (y estoy seguro de que podrán) superaar esta nueva adversidad que la Naturaleza, tan cruel algunas veces, ha querido imponerles...

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

elcuiclo.blogspot.com.es

(publicada en La Envolvencia el 18 de marzo de 2011

lunes, 4 de noviembre de 2019

"PROHIBIDO PROHIBIR"

PROHIBIR Y PROHIBIR POR PLACER

 Hasta El Tato sabe que la obsesión de la izquierda (de cualquier izquierda) está resumida en dos sentencias: controlar y prohibir. Una izquierda que se respete, cuando toma el poder por cualquier vía, lo primero que se plantea es ejecutar esas dos tareas, pues sin ellas el poder no sería tan "dulce". Revisando las últimas leyes de nuestro gobierno, me permito sugerirle algunas medidas y prohibiciones que podría decretar y que parece no se les ha ocurrido a los cerebros del Consejo de Ministros (que los hay sin dudas, aunque yo creo que son nones y no llegan a tres):

--los coches saldrán a la calle de acuerdo con el último número de sus placas, o sea: los pares un día, los nones otro día distinto, así habrá menos atascos, el tránsito será más fluido y el ahorro en energía y por tanto en €€€ será macanudo. Se impondrá una multa al dueño del coche que circule teniendo un  número de chapa distinto al día autorizado.

--la televisión no funcionará un día determinado de cada semana, o sea: apagón obligatorio para todos los canales, públicos y privados. ¿Imaginan cuántos €€€ se podrán ahorrar? Las multas a los dueños de canales que continúen
su programación habitual en el día señalado serán fabulosas.

--los vecinos deberán apagar todas las luces de sus viviendas a las 22.00 horas, otro ahorro enorme de €€€ que incrementará las arcas del Estado, y más con las multas que se les impondrían a los incumplidores.

--el precio de los paquetes de cigarrillos será subido cada 3 meses en un 10%, de ese modo a los españoles no les quedará más remedio que dejar el vicio, mientras que el Estado recauda €€€ a montones por los impuestos mientras dure el consumo. Así mismo, se prohibirá fumar en todas partes menos en las casas particulares de cada ciudadano, de ese modo se evitarán numerosas infecciones y enfermedades que ocasionan gastos al sistema nacional de salud, imponiendo también multas no sólo a los dueños de los establecimientos incumplidores, sino a los propios fumadores que trasgredan la ley.

--Igualmente, el precio de las bebidas alcohólicas aumentará cada 6 meses, generando un menor consumo en los jóvenes del botellón, ahorrando cantidad de €€€ y logrando eliminar esas aglomeraciones de gamberros que sólo molestan a vecinos y transeúntes en sus bacanales findesemanales. Al ciudadano que se descubra bebiendo en plena vía pública se le impondrá una multa entre 30 y 300€€€, recaudando de ese modo suculentas cantidades para el Estado.

--el salario de todos los funcionarios será rebajado en un 10% cada año, hasta recaudar suficientes €€€ que permitan garantizar las futuras pensiones, ya que los posibles contribuyentes, con la subida del paro, cada día serán menos.

--se prohibirán las manifestaciones que provocan atascos y gastos de movilización de policías, patrullas y vehículos, ahorrando con ello muchos €€€ y garantizando la tan anhelada "paz social" ya que la calle estará tranquila sin ninguna alteración.

--se subirá el impuesto del IVA a todos los artículos, equipos y productos (incluyendo los alimenticios) que se expendan en tiendas, almacenes, concesionarios y similares, sin límite de caducidad, por lo que el ahorro en €€€ será tan descomunal que en menos de 3 años seremos otra vez el país rico que fuimos hace una década.

--cada peatón pagará una contribución "voluntaria" cada vez que use los servicios gratuitos que le brinda el Estado, como salud pública, educación pública, medicinas gratuitas para mayores, bancos donde sentarse en los parques, espectáculos gratuitos al aire libre, etc., lo que redundará en un ingreso de €€€ en las arcas que sobrepasará cualquier expectativa.

--otras prohibiciones, aunque no generen €€€, deberán estudiarse, como: no hablar en voz alta en lugares públicos, no escupir en el suelo, no expulsar flatos en la vía pública, no arrojar basura a la calle, recoger cacas de perros, no colarse en el Metro ni en otros transportes sin pagar, no explotar cohetes durante las fiestas navideñas y demás, no poner los pies sobre los asientos en los transportes públicos, ducharse y salir limpio y oloroso a la calle, no vivir en la vía pública sin querer irse a un albergue...

...y cuando le muestro a mi amigo Juan Maguey, a quien no veía desde hacía varias semanas, el listado de posibles medidas y prohibiciones, éste me dice, saboreando su cortado mientras yo arremeto contra mi descafeinado de sobre, que

--pero hombre, todo me parece muy bien, pero esas últimas medidas que no generan euros y que están estupendas, son inútiles, porque esas cosas no le interesan a nuestro gobierno...

Y se queda tan campante, como si hubiera descubierto el Estrecho de Gibraltar. Pero antes de separarnos, me mira, se sonríe picarón, y me suelta:

--¡Ah!, pero creo que te has olvidado de una medida estupenda, que tampoco generará euros, pero...
--¿Cuál? -le pregunto, interesado.

--Pues que el gobierno podría por medio de una ley, obligarnos a solicitar un permiso en alguna dependencia que se cree al respecto, para acostarnos a hacer el amor con nuestras parejas... (y se ríe estrepitosamente, ¡ay, este Juan!), el único modo de superar a Fidel Castro, que en eso del sexo jamás se ha metido...

Otro día hablaré de la derecha, que también tiene su historia, porque aquí no se salva ni el Rey... así que esperen y aguarden, como decía mi madre...

AUGUSTO LAZARO

@lazarocasas38

elcuiclo.blogspot.com.es

(publicado en La Envolvencia el 9 de marzo de 2011, todavía el querido Juan Maguey estaba vivo)

ENVOLVENCIAS

 1 Ahora que los virus están de moda: fue un virus (de la peste negra o bubónica) el culpable de la muerte de los amantes de Verona. La hist...