jueves, 7 de febrero de 2019

VIVIR O PARECERLO


NO SE SI ESTARE VIVO TODAVIA



Ya no tomo café

("el néctar negro de los dioses blancos")

y sin tomar café fumar es una tontería

por lo que ya tampoco fumo.

Ya no compro periódicos

(leo los gratuitos

y los otros en una biblioteca pública).

Ya no voy al cine ni al teatro ni disfruto

de algún espectáculo de entretenimiento.

Ya no llamo a nadie por teléfono

(una rabia impotente cuando Telefónica se engulle mis

monedas

descaradamente

sin yo haber hecho contacto con el número marcado).

Ya no aspiro a comerme una pizza sangandonga y jugosa,

ya no miro los escaparates repletos de ofertas,

ya no me ilusiono con el universo astronómico del

 planetario

o con el mundo fascinante de la enorme pantalla

del Imax

ni hago planes para unas vacaciones en las playas

del Mediterráneo

(aunque yo siempre estoy de vacaciones

por supuesto sin playa y sin Mediterráneo).

Ya ni siquiera busco empleo en los rotograbados

de Segunda Mano

ni tampoco creo que la suerte es loca

(porque a cualquiera no le toca).

Y lo peor: ya renuncié a la idea de que un día cercano

(o quizás no tan cercano, pero día al fin)

publicaré mis obras...

Todos esos verbos me han jugado

la mala pasada del ilusionismo

sin ser magos

o de la ingenuidad, que es muchísimo

peor,

porque yo soy un exiliado

y un exiliado pobre con sesenta años y un subsidio

ridículamente generoso

no puede aspirar más que a un golpe en la espalda

(cariñoso, por cierto)

y un "vamos, hombre, anímate" con una sonrisa

o si acaso una mirada compasiva o una invitación

a un café fuerte en el bar de la esquina.

Por eso me pregunto y no puedo

responderme a mí mismo

si estaré vivo todavía...

Augusto Lázaro

@lazarocasas38

(publicado en El Cuiclo en 2010)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENVOLVENCIAS

 1 Ahora que los virus están de moda: fue un virus (de la peste negra o bubónica) el culpable de la muerte de los amantes de Verona. La hist...